Gestionar los impuestos en inversiones puede resultar complejo, especialmente cuando se trata de productos financieros como acciones, ETFs o fondos de inversión. En esta guía completa, desglosaremos todo lo que necesitas saber para optimizar tu fiscalidad, desde cómo tributan los dividendos hasta estrategias para compensar pérdidas. Conocer estos aspectos te permitirá tomar decisiones más informadas y evitar sorpresas desagradables en tu declaración de la renta.
La base del ahorro es una parte fundamental del IRPF donde se engloban los rendimientos generados por tus inversiones. A diferencia de la base general, que incluye ingresos como nóminas o actividades económicas, la base del ahorro se centra exclusivamente en los rendimientos del capital mobiliario y las ganancias patrimoniales. Su principal ventaja es que los tramos impositivos son más bajos, lo que la convierte en una herramienta clave para los inversores.
Los tramos actuales para 2025 en la base del ahorro son los siguientes:
Es importante destacar que estos tramos pueden variar ligeramente según la comunidad autónoma, por lo que siempre es recomendable consultar las normativas locales.
Los rendimientos del capital mobiliario (RCM) engloban todos aquellos ingresos que provienen de inversiones financieras. Esto incluye:
Estos rendimientos suelen estar sujetos a una retención del 19% cuando provienen de entidades españolas. Sin embargo, si operas a través de brokers extranjeros, es probable que no haya retención, por lo que deberás declarar estos ingresos manualmente en tu IRPF.
Las ganancias y pérdidas patrimoniales (GPP) surgen cuando vendes un activo financiero a un precio diferente al que lo compraste. Para calcularlas, debes aplicar la siguiente fórmula:
Ganancia o pérdida = Valor de transmisión - Valor de adquisición - Gastos deducibles
Los gastos deducibles pueden incluir comisiones de compra o venta, así como otros costes directamente relacionados con la operación. Es fundamental aplicar el método FIFO (First In, First Out), que establece que las primeras acciones compradas son las primeras que se venden. Esto evita manipulaciones fiscales y garantiza un cálculo justo.
Imagina que compraste 100 acciones de una empresa a 10 euros cada una y, meses después, otras 100 acciones a 20 euros. Si vendes 150 acciones a 30 euros, el cálculo sería:
Una de las ventajas fiscales más importantes es la posibilidad de compensar pérdidas con ganancias. Sin embargo, existen reglas específicas:
Esta norma evita que los inversores realicen ventas ficticias para reducir su carga fiscal. Por ejemplo, si vendes acciones con pérdidas para compensar ganancias y luego las recompras inmediatamente, Hacienda puede considerar esta operación como artificial y no permitir la compensación. Para evitarlo, debes esperar al menos dos meses antes de recomprar activos similares.
Los fondos de inversión españoles y europeos registrados como UCITS ofrecen una ventaja fiscal única: el traspaso entre fondos no tributa. Esto significa que puedes cambiar de estrategia sin pagar impuestos hasta que rescates el dinero. Por ejemplo:
Esta flexibilidad no aplica a los ETFs, que tributan como acciones en el momento de la venta.
Producto | Tributación | Retención | Compensación de pérdidas |
---|---|---|---|
Acciones | GPP (19%-28%) | No | Sí, con GPP |
ETFs | GPP (19%-28%) | No | Sí, con GPP |
Fondos de inversión | GPP al rescate (19%-28%) | 19% al rescate | Sí, con GPP |
Dividendos | RCM (19%-28%) | 19% (España) | Sí, con RCM |
Cuentas remuneradas | RCM (19%-28%) | 19% (España) | Sí, con RCM |
Los ETFs tributan como las acciones, es decir, como ganancias patrimoniales (GPP) cuando los vendes. Las plusvalías generadas se suman a tu base del ahorro y se gravan según los tramos mencionados (19%-30%). Si el ETF reparte dividendos, estos se consideran RCM y también tributan en la base del ahorro.
En España, los ETF se gravan de la siguiente manera:
Depende de tu base del ahorro:
Sí, siempre que ambas sean ganancias patrimoniales (GPP). Sin embargo, las pérdidas de RCM (como dividendos negativos) solo pueden compensarse en un 25% con GPP.
Si operas con un broker extranjero, es probable que no retenga impuestos. En ese caso, debes declarar manualmente todos los ingresos y ganancias en tu IRPF. No hacerlo puede acarrear sanciones.
Esta norma evita que vendas y recompras activos similares en un corto período para generar pérdidas artificiales. Si Hacienda detecta esta práctica, no permitirá compensar las pérdidas. Para evitarlo, espera al menos dos meses antes de recomprar.
Sí, los fondos indexados españoles o europeos UCITS permiten traspasos sin tributar hasta el rescate. Esto no aplica a los ETFs, aunque ambos inviertan en los mismos índices.
Debes recopilar:
Si te ha resultado útil esta guía, no dudes en compartirla con otros inversores. Gestionar correctamente los impuestos puede marcar la diferencia en la rentabilidad de tu cartera a largo plazo.