Desde pequeño, mi curiosidad y pasión por los números me llevaron a explorar el mundo de las inversiones. Lo que comenzó como un simple juego de Monopoly fue el punto de partida para desarrollar una mentalidad analítica y una fascinación por las estrategias financieras. Con el tiempo, este interés se transformó en una búsqueda constante de conocimiento, impulsándome a profundizar en los mercados y a entender cómo cada decisión puede marcar la diferencia en los resultados.

Hoy, dedico mis días a analizar tendencias, identificar oportunidades y estudiar nuevas formas de maximizar la rentabilidad. No todo ha sido fácil: he enfrentado fracasos y tropiezos, pero cada experiencia ha sido una valiosa lección que me ha permitido crecer como inversor. Además, mi afición por la tecnología me lleva a apostar por empresas innovadoras, convencido de que la transformación digital es clave para el futuro económico.